EL SÍNTOMA DE DIÓTREFES
Dedicada a los hermanos que se encuentran en alguna
congregación gobernada y dominada por el hombre, y sin saber que hacer, son
doblegados por obispos, pastores, o el ungido. Sé que hay hermanos que pastorean
el rebaño de Cristo como quienes han de dar cuenta, pero no me referiré a los
que NO usurpan el pastoreo de Cristo, sino a los secuestradores de almas, a los
que empezaron cuidando el rebaño del Señor y se pasaron de cuidadores a dueños
de las ovejas.
Aquí pondré algunas de las frases que ocupan para ejercer
dominio sobre el rebaño de Señor: “YO SOY EL UNGIDO DE JEHOVA”, “SOLO DIOS
CORRIGE A LOS UNGUIDOS O PASTORES, NO LOS HERMANOS”, “YO SOY LA AUTORIDAD DE
LA IGLESIA”, “YO SOY LA CABEZA DE LA IGLESIA”, “PRIMERO ES EL PASTOR, LUEGO
TODOS LOS DEMAS”. Bueno, también existe otra forma de ejercer control y es mal
interpretando el Antiguo Testamento y usándolo para su propio provecho,
ejemplo: Saúl y David, por cierto David no levantó la mano en contra del ungido
de Jehová, que era Saúl, pero huyó de su lado, en otras palabras arrancó del
lado de Saúl. (Lo dejo para meditación).
¿Quién era Diótrefes? La tercera carta de Juan nos habla de él,
enfatizando su determinante postura como de Preeminente entre los hermanos, es
decir, le gustaba tener el primer lugar
en la Iglesia del Señor y como si fuera poco, causaba división entre los
hermanos prohibiéndoles juntarse entre ellos, y si lo hacían los expulsaba de
la Iglesia. Bueno, este fue un hombre
que se adueñó de la iglesia del Señor, perdón, se quiso adueñar. Desgraciadamente
siempre han existido Diótrefes en la
iglesia del Señor, que no ven a Cristo como cabeza del cuerpo ni reconocen al
Señor como el que tiene la Preminencia
en TODO, y cuando dice todo, se refiere a que el Señor es primero, como Pastor,
como Apóstol, como Maestro, como Evangelista, como Profeta, como Servidor y más. Busque en su biblia Colosenses: 1: 18, y lea
el contexto general del capítulo y se dará cuenta quien debe tener el primer
lugar en la Iglesia, aquí no hay lugar para el Hombre ni su dominio sobre los
Hermanos. El deber de los que sirven como pastores es educar a la Iglesia enseñándoles
que el PASTOR DE LA IGLESIA ES EL SEÑOR JESÚS y entre más rápido la Iglesia sea
educada en esta verdad, será mucho mejor para quienes sirven pastoreando el
rebaño del Señor, esta es la única forma de que los Diótrefes sean menguados,
colocando al Señor en el lugar que le corresponde, como PREEMINENTE.
No hay comentarios:
Publicar un comentario