martes, 31 de julio de 2012

EL SÍNTOMA DE DIÓTREFES


EL SÍNTOMA DE DIÓTREFES

Dedicada a los hermanos que se encuentran en alguna congregación gobernada y dominada por el hombre, y sin saber que hacer, son doblegados por obispos, pastores, o el ungido. Sé que hay hermanos que pastorean el rebaño de Cristo como quienes han de dar cuenta, pero no me referiré a los que NO usurpan el pastoreo de Cristo, sino a los secuestradores de almas, a los que empezaron cuidando el rebaño del Señor y se pasaron de cuidadores a dueños de las ovejas.

Aquí pondré algunas de las frases que ocupan para ejercer dominio sobre el rebaño de Señor: “YO SOY EL UNGIDO DE JEHOVA”, “SOLO DIOS CORRIGE A LOS UNGUIDOS O PASTORES, NO LOS HERMANOS”, “YO SOY LA AUTORIDAD DE LA IGLESIA”, “YO SOY LA CABEZA DE LA IGLESIA”, “PRIMERO ES EL PASTOR, LUEGO TODOS LOS DEMAS”. Bueno, también existe otra forma de ejercer control y es mal interpretando el Antiguo Testamento y usándolo para su propio provecho, ejemplo: Saúl y David, por cierto David no levantó la mano en contra del ungido de Jehová, que era Saúl, pero huyó de su lado, en otras palabras arrancó del lado de Saúl. (Lo dejo para meditación).

¿Quién era Diótrefes? La tercera carta de Juan nos habla de él, enfatizando su determinante postura como de Preeminente entre los hermanos, es decir,  le gustaba tener el primer lugar en la Iglesia del Señor y como si fuera poco, causaba división entre los hermanos prohibiéndoles juntarse entre ellos, y si lo hacían los expulsaba de la Iglesia.  Bueno, este fue un hombre que se adueñó de la iglesia del Señor, perdón, se quiso adueñar. Desgraciadamente siempre han  existido Diótrefes en la iglesia del Señor, que no ven a Cristo como cabeza del cuerpo ni reconocen al Señor como el  que tiene la Preminencia en TODO, y cuando dice todo, se refiere a que el Señor es primero, como Pastor, como Apóstol, como Maestro, como Evangelista, como Profeta, como Servidor y más.  Busque en su biblia Colosenses: 1: 18, y lea el contexto general del capítulo y se dará cuenta quien debe tener el primer lugar en la Iglesia, aquí no hay lugar para el Hombre ni su dominio sobre los Hermanos. El deber de los que sirven como pastores es educar a la Iglesia enseñándoles que el PASTOR DE LA IGLESIA ES EL SEÑOR JESÚS y entre más rápido la Iglesia sea educada en esta verdad, será mucho mejor para quienes sirven pastoreando el rebaño del Señor, esta es la única forma de que los Diótrefes sean menguados, colocando al Señor en el lugar que le corresponde, como PREEMINENTE.   

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