miércoles, 29 de agosto de 2012

PARECEN INOCENTES PERO SON CULPABLES


PARECEN INOCENTES PERO SON CULPABLES

Casi todos los días me encuentro con cristianos INOCENTES, estuve congregado en una iglesia tradicional por muchos años, y en este peregrinar, traté de hacer coyunturas con muchos de estos cristianos INOCENTES, se preguntará  a qué  me refiero, bueno, simplemente estoy ocupando un sarcasmo  para referirme a los DESINTERASADOS por los asuntos del Señor, a aquellos que no les importa nada la herencia dejada por el Señor , me refiero a los que llenan los espacios vacíos de los templos con su  indiferencia y menosprecio por la palabra del Señor;  en otras palabras,  a los cobardes de este siglo que se refugian  bajo dichos como: soy INOCENTE, no me meto en problemas, a los que se conforman cómodamente con ir al templo, escuchar un sermón sin ni siquiera discernir lo que están escuchando, que no se preocupan ni de ellos mismos de lo que están consumiendo en lo espiritual, menos se preocupan de sus hermanos en la fe.  No es difícil identificarlos, evitan conversar de la palabra de Señor, cuando dan dinero dentro de las ofrendas se sienten completos, les gusta conversar con los pastores para que les den bendiciones, su realidad espiritual está  basada  en asistir a un templo visible y tener un  sacerdote o pastor visible, para estos cristianos INOCENTES lo más importante es lo visible.  Si se les habla de lo terrenal permanecen despiertos, si  les hablas de lo espiritual se duermen, están en todos lados: templos, estadios, circos, mall, teatros, y para sorpresa mía también los encontramos en reuniones de iglesias en casas.  No se comprometen con la verdad, no están dispuestos a defender el legado dado por nuestro Señor  Jesucristo, se ofrecen al mejor postor, tranzan con el evangelio  por puestos jerárquicos, comulgan con lo comercial y se tapan todos estos INOCENTES con la misma frazada.  Pero no,  mis queridos y valientes hermanos, estos personajes llamados INOCENTES SON NADA MÁS QUE CULPABLES  de NO comprometerse con la verdad, la ignoran a sabiendas, no quieren verse involucrados con la responsabilidad y el trabajo que la verdad de Dios reclama  y demanda, están descritos por el Señor como TIBIOS (APOCALIPSIS 3:14- 22) lamentablemente existen, son reales, son tan reales como las necesidades que existen en el pueblo de Dios, las cuales no son atendidas por la indiferencia que en ellos hay.

En cierto lugar del  Imperio Chino, un soldado se dirigió para comunicarle un problema al emperador, la inquietud de aquel soldado era: Señor emperador nuestros soldados han puesto en la cárcel a todos aquellos que se oponen a su régimen, pero existen algunos que son indiferentes  a cualquier propuesta, preguntó el soldado ¿Qué hacemos con ellos?  La respuesta de aquel emperador fue: ¡mátenlos a todos!  Solo he querido ilustrar, y no matarlos, ya que muchos de estos están ya muertos pero hay otros que todavía pueden despertar si se arrepienten, en todo caso es  triste la realidad que se vive a diario en el contexto de las iglesias, la TIBIEZA espiritual es la INDIFERENCIA de gran parte del pueblo de Dios.   Indiferencia en todas las direcciones, primeramente con el Señor y su evangelio, con la viuda, con los huérfanos, con los pobres, con los enfermos, indiferentes a lo que está hoy día pasando en las congregaciones, me refiero a los comerciantes del evangelio, a los que venden el evangelio en cada reunión.  Gracias a Dios que la TIBIEZA tiene remedio, ¿Cuál remedio?  SE CELOSO Y ARREPIENTETE, el celo es un valor de Dios que todo Hijo de Él  debe tener y no perder, este CELO es el mismo que nuestro Señor Jesucristo manifestó cuando leemos  JUAN 2; 13- 19. El CELO es una manifestación del Espíritu en la vida de cada creyente, es el sentimiento que Dios tiene y lo comparte por medio de su Espíritu con  nosotros. El Señor fue valiente y enérgico,  y no simpatizó con el estado de TIBIEZA de su pueblo.

EL VOMITO  ha venido a ser una figura para describir la repulsión que Dios tiene por los cristianos TIBIOS, para ser más ilustrativo,  el cuerpo humano de manera natural, expulsa del organismo lo que le está haciendo mal, es por esta razón que Dios expulsa de su organismo espiritual a los TIBIOS. (Quisiera aclarar que el CELO es un sinónimo de defensa del Señor y de su evangelio).