PARECEN INOCENTES PERO SON
CULPABLES
Casi todos los días me encuentro
con cristianos INOCENTES, estuve congregado en una iglesia tradicional por
muchos años, y en este peregrinar, traté de hacer coyunturas con muchos de
estos cristianos INOCENTES, se preguntará
a qué me refiero, bueno, simplemente
estoy ocupando un sarcasmo para
referirme a los DESINTERASADOS por los asuntos del Señor, a aquellos que no les
importa nada la herencia dejada por el Señor , me refiero a los que llenan los
espacios vacíos de los templos con su indiferencia y menosprecio por la palabra del
Señor; en otras palabras, a los cobardes de este siglo que se
refugian bajo dichos como: soy INOCENTE,
no me meto en problemas, a los que se conforman cómodamente con ir al templo,
escuchar un sermón sin ni siquiera discernir lo que están escuchando, que no se
preocupan ni de ellos mismos de lo que están consumiendo en lo espiritual,
menos se preocupan de sus hermanos en la fe.
No es difícil identificarlos, evitan conversar de la palabra de Señor,
cuando dan dinero dentro de las ofrendas se sienten completos, les gusta
conversar con los pastores para que les den bendiciones, su realidad espiritual
está basada en asistir a un templo visible y tener un sacerdote o pastor visible, para estos
cristianos INOCENTES lo más importante es lo visible. Si se les habla de lo terrenal permanecen despiertos,
si les hablas de lo espiritual se
duermen, están en todos lados: templos, estadios, circos, mall, teatros, y para
sorpresa mía también los encontramos en reuniones de iglesias en casas. No se comprometen con la verdad, no están
dispuestos a defender el legado dado por nuestro Señor Jesucristo, se ofrecen al mejor postor,
tranzan con el evangelio por puestos
jerárquicos, comulgan con lo comercial y se tapan todos estos INOCENTES con la
misma frazada. Pero no, mis queridos y valientes hermanos, estos
personajes llamados INOCENTES SON NADA MÁS QUE CULPABLES de NO comprometerse con la verdad, la ignoran
a sabiendas, no quieren verse involucrados con la responsabilidad y el trabajo
que la verdad de Dios reclama y demanda,
están descritos por el Señor como TIBIOS (APOCALIPSIS 3:14- 22) lamentablemente
existen, son reales, son tan reales como las necesidades que existen en el
pueblo de Dios, las cuales no son atendidas por la indiferencia que en ellos
hay.
En cierto
lugar del Imperio Chino, un soldado se
dirigió para comunicarle un problema al emperador, la inquietud de aquel
soldado era: Señor emperador nuestros soldados han puesto en la cárcel a todos
aquellos que se oponen a su régimen, pero existen algunos que son indiferentes a cualquier propuesta, preguntó el soldado
¿Qué hacemos con ellos? La respuesta de
aquel emperador fue: ¡mátenlos a todos! Solo he querido ilustrar, y no matarlos, ya
que muchos de estos están ya muertos pero hay otros que todavía pueden
despertar si se arrepienten, en todo caso es triste la realidad que se vive a diario en el
contexto de las iglesias, la TIBIEZA espiritual es la INDIFERENCIA de gran
parte del pueblo de Dios. Indiferencia en todas las direcciones,
primeramente con el Señor y su evangelio, con la viuda, con los huérfanos, con
los pobres, con los enfermos, indiferentes a lo que está hoy día pasando en las
congregaciones, me refiero a los comerciantes del evangelio, a los que venden
el evangelio en cada reunión. Gracias a
Dios que la TIBIEZA tiene remedio, ¿Cuál remedio? SE CELOSO Y ARREPIENTETE, el celo es un valor
de Dios que todo Hijo de Él debe tener y
no perder, este CELO es el mismo que nuestro Señor Jesucristo manifestó cuando leemos JUAN 2; 13- 19. El CELO es una manifestación
del Espíritu en la vida de cada creyente, es el sentimiento que Dios tiene y lo
comparte por medio de su Espíritu con
nosotros. El Señor fue valiente y enérgico, y no simpatizó con el estado de TIBIEZA de su pueblo.
EL VOMITO
ha venido a ser una figura para
describir la repulsión que Dios tiene por los cristianos TIBIOS, para ser más
ilustrativo, el cuerpo humano de manera
natural, expulsa del organismo lo que le está haciendo mal, es por esta razón
que Dios expulsa de su organismo espiritual a los TIBIOS. (Quisiera aclarar que
el CELO es un sinónimo de defensa del Señor y de su evangelio).